¿Te gustan las leyendas? Son historias, a veces milenarias, que han llegado hasta nosotros envueltas en un poso de poesía, sabiduría y sentimiento ciertamente llamativo. Algunas nos divierten, otras nos emocionan, incluso pueden llegar a sobrecogernos. Pero cuando tratan sobre el corazón a nosotras nos encantan. Acompáñanos en este recorrido por las leyendas japonesas de amor más bonitas.
Cuando una historia humana nos llega al corazón, nos impacta o nos cautiva, es capaz de transformarnos. ¿Crees que una leyenda puede cambiar tu vida? No serías la primera persona a la que le sucede. Cuando debes tomar una decisión trascendental, en este caso en materia amorosa, el significado de narraciones ancestrales como estas puede servirte de inspiración, tanto si crees en el amor como si has dejado de hacerlo. El país del Sol Naciente, además, es una mina de historias preciosas con gran poder de transformación. ¿Te gustaría conocer algunas de ellas? El abanico de posibilidades es inagotable y, seguro, vas a aficionarte a su lectura en cuanto empieces a descubrirlas. ¡A ver qué te parece nuestra selección!
Las más bellas leyendas japonesas de amor
El hilo rojo del destino
Según los japoneses, cuando amamos a alguien un fino hilo rojo del destino nos une a esa persona desde el dedo pequeño de la mano hasta el suyo. Nuestro meñique recibe sangre de la misma arteria que el dedo corazón. Por eso, podemos encontrar gran cantidad de narraciones sobre amores predestinados en los que este hilo adquiere un papel determinante. Mírate tus manos, ¿atisbas de algún modo ese fino elemento en tu meñique?
Fíjate en esta historia, es deliciosa. Un poderoso emperador conoció la noticia de que una hechicera era capaz de ver ese hilo rojo, así que decidió llamarla. Efectivamente, enseguida identificó esa señal en el mandamás y siguió el hilo hasta su presunta amada. Se detuvo ante una plebeya de gran pobreza, una campesina que llevaba un bebé en sus brazos. El emperador, enfurecido, empujó a esa pobre mujer cuyo bebé se golpeó en la cabeza y mandó ejecutar a la adivina, creyendo que se burlaba de él.
Pasaron los años y, asesorado por sus consejeros, decidió desposarse con la hija de un importante general del Japón. No vio a la muchacha hasta el día de la boda. Cuando la conoció, advirtió que tenía una cicatriz en la cabeza, producida por una caída cuando era una bebé. ¡La hechicera no se había equivocado: el hilo los condujo hasta aquel bebé con el que terminaría casado!
La mariposa blanca
¿Te ha gustado la historia anterior? Pues esta también te va a encantar ya que es una de las más bellas leyendas japonesas de amor. Su protagonista es el anciano Takahama, un hombre que vivía en una modesta casita detrás de un cementerio. Nunca se había casado, porque en su juventud se enamoró de la joven Akiko, quien murió de tuberculosis poco antes de la boda. Fue tanto el dolor experimentado que prometió no casarse jamás y decidió irse a vivir lo más cerca posible de su tumba. Iba a verla siempre que podía.
Cuando el hombre enfermó, su sobrino y su hermana fueron a acompañarlo. En un momento dado, una enorme mariposa blanca de grácil presencia entró en la habitación. El joven intentó espantarla, pero ese bello insecto revoloteaba una y otra vez hasta posarse en la almohada. Por mucho que la alejara, siempre regresaba. Finalmente, la echó y decidió perseguirla. Maravillosamente, lo condujo hasta una lápida en la que ponía Akiko. Después de tantos años siendo acompañada por él, ella había regresado para compartir sus últimos momentos.
Flor de cerezo
La flor del cerezo forma parte indisociable de la cultura y la naturaleza niponas. No es de extrañar que una de las más bellas leyendas japonesas de amor la tenga como protagonista. ¿Por qué sus hojas tienen ese color rosa pálido tan característico? La leyenda de Shizuka Gozen nos da una romántica explicación, que hace referencia a que antiguamente eran blancos, pero la sangre de las personas que fueron enterradas junto a los árboles que las producen terminó tiñéndolas.
Shizuka, que estaba enamorada, no dudó en recorrer un largo trayecto para reunirse con su amor una vez que consiguió escapar del régimen militar. Caminó ayudada de una rama que utilizaba como bastón. Tristemente, no consiguió llegar y murió por el camino. Esa rama se convirtió en un exuberante árbol que brotó en el lugar donde falleció. Y, por primera vez, las flores de cerezo tuvieron los pétalos rosáceos.
¿Verdad que estas leyendas son extraordinarias? Emocionan, conmueven, nos entristecen y, al mismo tiempo, nos reconfortan y nos aportan energía. En cuanto las escuchamos, volvemos a creer en el amor. ¿No tienes ganas de sentirte amada, ilusionada por esas persona especial que, lo sepas o no, tienes tan cerca?
Tal vez deberías seguir acercándote a las más bellas leyendas japonesas de amor. El espejo o El perro y los ancianos figuran entre ellas. Anímate a salir de tu rutina. Deja que las leyendas del país del Sol Naciente te agiten desde lo más profundo.
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